sábado, 7 de febrero de 2009

Ávila auténtico y concreto

Por las mismas razones por las que siempre prefiero lo propositivo, comentaré sólo el que sin dudarlo, y por mucho, es el mejor programa de gobierno presentado a la ciudadanía. Sus virtudes son:

*Es el más completo, abarcando toda la problemática nacional, como ningún otro en la historia.

*Aclara y precisa concretamente cómo se van a hacer las cosas y conseguirse fondos. Es realista.

*El detalle y la capacidad no vienen sólo de ARENA, han participado centenares de especialistas.

*Contiene una apertura sectorial y ciudadana auténtica y probada en la inclusión programática.

*Contiene el mayor cambio positivo posible; una renovación que llega hasta el mismo partido.

*Se enfoca hacia el alivio económico para los más necesitados y la clase media dentro de la crisis.

*El equipo es "A-1", liderado por el embajador León, por lo que se espera que así será el gabinete.

Así como la doctrina y teoría han descendido a la concreción práctica, igualmente la parte operativa y humana se están mostrando: Unir los sectores (un tanto alejados, sin exagerar, ahora son un puño); atraer a los huraños y alejados; convencer a los medrosos; escoger a los mejores, conocidos o no; hacer participar a la gente de todos los niveles; escoger en la gestión a los que ha puesto, destacándose --aparte de Arturo Zablah, claro está-- al gran León arenero, el bueno, sencillo y brillante embajador, quien al mismo tiempo que llama al programa frentista una "ocurrencia peligrosa y un panfleto universitario", cita una correcta y ajustada frase como decir que "una visión sin planes es un sueño".

Pero sucede que con este programa con la vista en el cielo y los pies en la tierra, se nos va a hacer el sueño salvadoreño.

Mencionaré siete aspectos del gran programa, adjuntando uno que otro granito de arena. Son:

1. El no aumentar los impuestos, incluso bajándolos para los de cierto nivel y combatiendo la evasión. El quid acá está en que se logre esto último, que sería un torrente para el Estado.

2. Focalizar los subsidios y estar atento con los ajustes salariales. Va directamente con la justicia distributiva y la potenciación del poder adquisitivo; habrá que agregarle una cultura de ahorro.

3. Potenciar la Procuraduría del Consumidor, la Red Solidaria y Fosalud. Lo que da un mentís a los que dudan sobre su solidaridad, como a tanto ingrato que tiende a denigrar al actual Gobierno.

4. Apoyo a la Vivienda (22.000 casas). No debe olvidarse a las clases medias en estos programas.

5. Reformar la LACAP en función de compras comunes para el sistema de Salud. Debiérase realizar algo todavía más profundo: un instituto central para licitaciones y compras públicas.

6. Reforma a la Ley de los Partidos Políticos. Confío que Rodrigo le entre al tema de los diputados.

7. Banca Solidaria. No deben satanizarse ni la comercial ni la estatal, siempre que coexistan, pero la verdadera banca de desarrollo (temida por las otras) es precisamente esta que hace falta.

Aunque personalmente no participé en esta elaboración, he plasmado muchas de estas ideas durante décadas en artículos y un libro; nunca he estado tan identificado. Querido pueblo, piense y analice…

*Lic. en Ciencias Políticas.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=3303487

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