viernes, 24 de octubre de 2008

El honor de la Fuerza Armada

Esencia de la patria

Por Luis Gómez Zárate

El 7 de mayo de 1825 fue creado el Ejército Nacional, con el nombre de “Legión de la Libertad”. Su fundador fue el general Manuel José Arce, quien estableció los principios y objetivos de esa organización militar.

Entre los principios establecidos por el general Arce figuran: el honor del soldado, el amor a la Patria, la defensa de la libertad. Por eso para un militar, el honor es la doctrina del deber y su imperativo indeclinable es la defensa de la libertad.

Basándose en estos principios, un militar jamás puede transar con los comunistas, porque el marxismo leninismo, ahora disfrazado de “socialismo del siglo XXI”, es el enemigo que representa la negación de las libertades. Igualmente jamás puede pactar acuerdos con los que infectan de temor y odio a la patria, como lo hacen los comunistas criollos.

El militar está obligado a ser un hombre de honor, tiene el deber ético de combatir la anarquía y toda manifestación que obstruya el actual sistema político o que atente contra los principios que nutren la esencia misma del Estado. Por eso, para un militar la libertad no es un concepto, es un dogma que palpita en su corazón nacionalista. Es un sentimiento que nace, como sus emblemas e insignias, de su alma de soldado.

La Fuerza Armada favorece la libertad como patrimonio de su pueblo, el cual justamente tiene al ejército como su brazo armado. Por eso el militar tiene la misión de salvaguardar la República ante la agresión de las ideas comunistas, que conllevan oprobio a los ciudadanos y descrédito para la república, ideas que hoy difunden los comandantes y milicianos acomodados.

El verdadero militar enaltece su profesión en tanto sabe cumplir dignamente el juramento prestado a la patria. Tratar de quebrar su dignidad y sus principios constituye una traición imperdonable. El cumplimiento de su deber constitucional es el credo que engrandece su razón de existir; su misión jamás termina pues los enemigos de la república, los comunistas criollos, específicamente, los comandantes y milicianos acomodados, siempre acechan, hoy disfrazados, y usando a un pobre candidato funesto, para engañar al pueblo y asestar un golpe contra el orden instituido.

La entereza del ejército jamás debe doblarse ante las acciones de los comunistas criollos, porque el estamento castrense se alimenta de la fe que el pueblo ha puesto en Dios, en el soldado y la libertad.

A lo largo de la historia salvadoreña, los comunistas criollos han desarrollado acciones contra el ejército con la finalidad de liquidarlo. Recordemos las últimas acciones que realizaron:

Para los terroristas guerrilleros del FMLN, pertenecer a la Fuerza Armada era un delito, que lo castigaban con fusilamiento, ejecuciones, asesinatos y la misma suerte sufrieron sus familiares.

En varias ocasiones realizaron atentados terroristas contra las instalaciones del Ministerio de Defensa, el bastión de la Fuerza Armada. En uno de esos atentados, destrozaron las instalaciones del Departamento Jurídico, falleciendo el señor Roberto López, colaborador de ese departamento.

En los Acuerdos llamados de Paz pidieron la disolución de la Fuerza Armada y esa intención la consignan hoy en su carta de principios y objetivos.

Como consecuencia de esos acuerdos se establecieron dos comisiones para juzgar a los militares, una de ellas estuvo conformada por extranjeros, lo que constituyó una grave violación a nuestra soberanía nacional.

El ejército debe estar alerta hoy día, pues los comunistas criollos tratarán de infiltrarlo, para dividirlo y domesticarlo, tan similar a lo que Chávez ha realizado con el ejército venezolano, para manejarlo a su antojo e intereses.

La Fuerza Armada debe defender el orden institucional, porque vivirá mientras no triunfen los comunistas criollos.

http://www.laprensagrafica.com/opinion/1161505.asp

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