miércoles, 19 de noviembre de 2008

El FMLN según un sector de veteranos del ERP


El Comité Cívico por la Paz, la Democracia y el Desarrollo es agrupa a un sector de ex veteranos del ERP, y a propósito del proceso electoral han hecho circular un documento en el que se plantea en síntesis que ni ARENA ni el FMLN constituyen la alternativa para superar los problemas nacionales; descarta como opción a los pequeños partidos de centro, y propone: "Ante el escenario de que ninguno de los partidos políticos ofrece soluciones convincentes, la alternativa es ir a votar, pero votar por ninguno. Si logramos un número regular de votos por Ninguno estaríamos sembrando la semilla para la construcción de un nuevo movimiento cívico por la paz y la democracia, capaz de influenciar tendencias en el período pos-electoral".

Redacción CA21
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El Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP, surgió a principios de los años setentas y llegó a ser una poderosa organización político-militar, decisiva en el empuje de la guerra civil y en su desenlace por la vía del diálogo y la negociación.

Finalizado el conflicto, el ERP intentó imprimir un giro del FMLN hacia la socialdemocracia; derrotados en ese esfuerzo, la mayoría de sus militantes abandonaron el FMLN, intentaron fallidamente fundar un nuevo partido y terminaron por dispersarse.

En los últimos años, sin embargo, un creciente número de sus veteranos han comenzado a reagruparse, aunque sin un claro o expreso propósito de participar como organización en la competencia político-electoral. Recientemente, un sector de esos veteranos, autodenominado Comité Cívico por la Paz, la Democracia y el Desarrollo, presentó una propuesta como insumo para el debate por un consenso nacional.

El documento, que ha circulado por internet, plantea en síntesis que ni ARENA ni el FMLN constituyen la alternativa para superar los problemas nacionales; descarta como opción a los pequeños partidos de centro, y propone: "Ante el escenario de que ninguno de los partidos políticos ofrece soluciones convincentes, la alternativa es ir a votar, pero votar por ninguno. Si logramos un número regular de votos por Ninguno estaríamos sembrando la semilla para la construcción de un nuevo movimiento cívico por la paz y la democracia, capaz de influenciar tendencias en el período pos-electoral".

La crítica a las extremas

Este sector de veteranos del ERP plantea que los gobiernos de ARENA han sido desastrosos para el país: "Veinte años de ARENA en el gobierno han demostrado de sobra que su prioridad no es el desarrollo de El Salvador, sino el lucro y la utilización del gobierno en favor de un pequeño grupo de personas económicamente poderosas".

Según su análisis: "ARENA ha hecho colapsar a El Salvador y por más que ahora, previo a las elecciones, trate o simule reinventarse en su interior, no podrá cambiar lo suficiente como para re encausar al país por la senda del desarrollo y el fortalecimiento de la democracia (...) Un gane de ARENA sólo puede ofrecer, en el mejor de los casos, más de lo mismo, y eso es inaceptable".

Pero una vez planteado lo anterior, los veteranos del ERP enfilan sus críticas hacia el FMLN, señalando aspectos reveladores de la disputa histórica entre la moderación y el extremismo dentro de la izquierda salvadoreña. En Centroamérica 21 hemos abordado desde diferentes ángulos dicha disputa. Por ello presentamos ahora, de manera literal, ese apartado específico del documento en cuestión:

¿Ante un desastroso "viejo conocido" es preferible un "nuevo por conocer"?

Primero debemos analizar si es que en realidad el FMLN es algo "nuevo por conocer". Evidentemente, el Frente ni es nuevo ni estamos por conocerlo. Es una organización con 28 años de historia, de los cuales 12 son de historia político militar y 16 son de historia político partidaria. En resumen, el Frente es una organización más antigua que ARENA. El Frente ha estado en la Asamblea Legislativa desde hace 14 años, ha gobernado muchas alcaldías, incluyendo numerosas cabeceras departamentales, y ha demostrado de sobra su incapacidad de liderar posiciones de consenso en la Asamblea Legislativa.

Al hablar del Frente, es de rigor hacer una marcada diferencia entre el Frente histórico y el Frente partido político. El Frente histórico era innegablemente una organización mucho más pluralista, integradora y propositiva de lo que es hoy en día. En su seno coexistieron por 12 años al menos dos visiones de mundo bien diferenciadas entre sí. Además, alrededor del Frente se aglutinaba una serie de planteamientos plurales que se materializaban a través de organizaciones gremiales, sindicales, comunales, religiosas, académicas, etc. que constantemente ejercían influencia a la vez que eran influenciadas por el Frente. Esta relación de mutua influencia hizo posible la evolución continua del Frente aun en los años más duros de la guerra, ya que el Frente tenía la capacidad de escuchar y ser escuchado.

Esos años de pluralismo en el Frente quedaron en la historia. Ahora el frente está dirigido por una organización enquistada en sus entrañas (el Partido Comunista Salvadoreño -PC). El PC es un grupo de personas dogmáticas/extremistas en su discurso y en sus acciones, siempre y cuando no signifique arriesgar su "propio pellejo", como lo demostraron en la guerra con su escaso protagonismo político-militar y estratégico. El Frente está carcomido por éste grupo y poco o nada queda de aquella solidaridad, integridad moral y capacidad intelectual que existía en el Frente histórico.

El Frente dejó de ser propositivo y se ha convertido en un partido reaccionario, conservador, contestatario, excluyente, intolerante, revanchista y lleno de odio que no permite ni la más mínima expresión de debate, lo que limita toda posibilidad de desarrollarse. Sus seguidores se caracterizan por ser contestatarios, ofensivos y hasta vulgares en sus respuestas hacia posiciones contrarias a las suyas. Este no es ni por cerca el Frente por el que muchos compañeros dieron su vida. La capacidad intelectual y propositiva abandonó al Frente hace mucho tiempo ante la incapacidad de éste para aceptar el debate y tolerar las diferencias. Desde su estrecha visión de mundo, todo aquel que disienta de la posición que el PC ha instituido en el Frente se convierte automáticamente en un traidor, vendido, derechista, arenero,... y la letanía continua hasta llegar a calificativos vulgares.

El Frente perdió su capacidad conciliadora. Son los primeros en hablar o incitar a la violencia, olvidándose que los primeros jóvenes guerrilleros se armaron no porque así lo quisieran sino porque todas las otras vías se habían agotado.

El Frente perdió su capacidad de consenso, tal es así que ni siquiera pudo negociar exitosamente la candidatura presidencial ni la candidatura para la Alcaldía de San Salvador con los que lógica e ideológicamente podrían ser sus aliados naturales, como es el caso del CD y el FDR.

Si no han sido capaces de consensuar ahora que se encuentran en la lucha por el poder, ¿qué nos puede hacer pensar que sí lo harán en caso de ganar las elecciones? En guerra el frente mantuvo una alianza estratégica con el antiguo FDR, que a pesar de ser una organización muy pequeña, contribuyó grandemente a robustecer la parte política, negociadora e incluyente del Frente, pero eso ya se acabó.

Ahora nadie que no repita el discurso incendiario del PC es lo suficientemente confiable para asumir responsabilidades dentro del partido, esto incluye a su candidato presidencial y a su grupo de amigos, los cuales quedaron relegados a las tareas de recaudación de fondos y a vitorear a su candidato como lo haría cualquier grupo de fans por su artista favorito.

En Centroamérica 21 desconocemos qué respuesta ha tenido la propuesta en cuestión por parte del resto de los veteranos del ERP, pero por numerosos antecedentes estamos seguros que, al menos en lo relacionado a los señalamientos hacia el actual FMLN, se trata de una postura compartida.

http://centroamerica21.com/edicion84/pages.php?Id=552

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