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Los rojos son expertos en volar postes de transmisión y cajas telefónicas, dar fuego a ingenios y buses, paralizar fábricas, montar puntos de asalto y mantener redes para cobrar "impuestos de guerra".
Promovamos en lo posible la creación de empleo, pero, lo que es aún más importante, cuidemos el que ya se tiene. Todavía no han llegado a El Salvador los efectos plenos de la crisis crediticia mundial, en gran parte gracias a la estabilidad monetaria y al buen manejo de las cuentas públicas, pero a medida que se contraiga la economía, más y más empresas pueden ser afectadas y verse forzadas a reducir su personal.
El candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, ha firmado un "pacto por el empleo" reconociendo, como ya lo hemos reiterado en estas notas, que la única política social efectiva es crear empleo. "Empleo decente", empleo marginal, empleo a destajo, empleo temporal… el empleo que sea pero capaz de incrementar la producción y que conduzca a más empleo. Ávila es además el único de los candidatos que está en posición y posibilidad de elevar los niveles de empleo en el país; lo está porque es el candidato cuyo programa se basa en defender la institucionalidad y salvaguardar el imperio de la ley, un sistema de libre economía y la seguridad jurídica.
Al otro extremo están los comunistas y su candidato, que no sólo nunca crearon un empleo sino que destruyeron muchísimos y que están empeñados en desmantelar el Orden de Derecho, como ocurrió en Cuba y está a punto de suceder en Venezuela y Ecuador. Expertos en volar postes de transmisión y cajas telefónicas, dar fuego a ingenios y buses, paralizar fábricas, montar puntos de asalto y mantener redes para el cobro de "impuestos de guerra", aniquilan empleo en lugar de fomentarlo.
La seguridad jurídica es el componente esencial de cualquier programa de empleo, inclusive lo que mueve las ventas ambulantes. Si los negocios, empresas y comerciantes no confían en que van a respetarse contratos ni en lo que ampara sus inversiones y su propiedad, trabajarán de manera precaria o se irán con sus bártulos a otra parte. Fortalecer la seguridad jurídica y cumplir con los contratos es la tarea principal que tendrá Ávila para cumplir con su promesa en favor del empleo.
La seguridad jurídica debe cubrirlo todo, desde proteger al pequeño comercio de las depredaciones de usureros y extorsionistas, hasta los propietarios de terrenos y negocios. Es muy difícil y puede volverse imposible, que haya abundante inversión en un país si la gente está expuesta a perder un lote urbano porque falsifican escrituras, o verse forzada a pagar por amañadas decisiones de jueces obligando a "conciliar" con chantajistas. Con creciente frecuencia jueces comunistas participan en montar extorsiones a través de la figura de la "conciliación", pues la alternativa es terrible: ir a la cárcel expuesto a que lo atropellen y maten, o pagar lo que exige el individuo que a su vez pagó a los jueces. De esto vamos a hablar en posteriores notas.
El empleo se rige por el mercado
El empleo, quiérase o no, es un bien sujeto a las leyes del mercado. Si artificialmente se sube su precio (a través de salarios mínimos, prestaciones obligatorias, exigencias burocráticas, etcétera) habrá menos empleo; cuando las condiciones entre el empleador y el trabajador se pactan libremente, como sucede con los empleados de hogar, se eleva el empleo. La General Motors y la Chrysler están al borde de la quiebra por las demandas exorbitantes de los sindicatos.
http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=3022859
Promovamos en lo posible la creación de empleo, pero, lo que es aún más importante, cuidemos el que ya se tiene. Todavía no han llegado a El Salvador los efectos plenos de la crisis crediticia mundial, en gran parte gracias a la estabilidad monetaria y al buen manejo de las cuentas públicas, pero a medida que se contraiga la economía, más y más empresas pueden ser afectadas y verse forzadas a reducir su personal.
El candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, ha firmado un "pacto por el empleo" reconociendo, como ya lo hemos reiterado en estas notas, que la única política social efectiva es crear empleo. "Empleo decente", empleo marginal, empleo a destajo, empleo temporal… el empleo que sea pero capaz de incrementar la producción y que conduzca a más empleo. Ávila es además el único de los candidatos que está en posición y posibilidad de elevar los niveles de empleo en el país; lo está porque es el candidato cuyo programa se basa en defender la institucionalidad y salvaguardar el imperio de la ley, un sistema de libre economía y la seguridad jurídica.
Al otro extremo están los comunistas y su candidato, que no sólo nunca crearon un empleo sino que destruyeron muchísimos y que están empeñados en desmantelar el Orden de Derecho, como ocurrió en Cuba y está a punto de suceder en Venezuela y Ecuador. Expertos en volar postes de transmisión y cajas telefónicas, dar fuego a ingenios y buses, paralizar fábricas, montar puntos de asalto y mantener redes para el cobro de "impuestos de guerra", aniquilan empleo en lugar de fomentarlo.
La seguridad jurídica es el componente esencial de cualquier programa de empleo, inclusive lo que mueve las ventas ambulantes. Si los negocios, empresas y comerciantes no confían en que van a respetarse contratos ni en lo que ampara sus inversiones y su propiedad, trabajarán de manera precaria o se irán con sus bártulos a otra parte. Fortalecer la seguridad jurídica y cumplir con los contratos es la tarea principal que tendrá Ávila para cumplir con su promesa en favor del empleo.
La seguridad jurídica debe cubrirlo todo, desde proteger al pequeño comercio de las depredaciones de usureros y extorsionistas, hasta los propietarios de terrenos y negocios. Es muy difícil y puede volverse imposible, que haya abundante inversión en un país si la gente está expuesta a perder un lote urbano porque falsifican escrituras, o verse forzada a pagar por amañadas decisiones de jueces obligando a "conciliar" con chantajistas. Con creciente frecuencia jueces comunistas participan en montar extorsiones a través de la figura de la "conciliación", pues la alternativa es terrible: ir a la cárcel expuesto a que lo atropellen y maten, o pagar lo que exige el individuo que a su vez pagó a los jueces. De esto vamos a hablar en posteriores notas.
El empleo se rige por el mercado
El empleo, quiérase o no, es un bien sujeto a las leyes del mercado. Si artificialmente se sube su precio (a través de salarios mínimos, prestaciones obligatorias, exigencias burocráticas, etcétera) habrá menos empleo; cuando las condiciones entre el empleador y el trabajador se pactan libremente, como sucede con los empleados de hogar, se eleva el empleo. La General Motors y la Chrysler están al borde de la quiebra por las demandas exorbitantes de los sindicatos.
http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=3022859
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